La receta de la discordia

Si ya lo dice mi madre: "De donde no hay, no se puede sacar". Ciertamente, creo que la gran mayoría de las veces que lanza esta frase se refiere a mi persona. Y tiene razón, no vamos a negarlo. Muchas veces cometemos errores tan estúpidos que pensamos que no es posible que hayamos podido caer en ellos. Somos capaces de cosas increíbles: mentimos, creamos falsas coartadas, involucramos a nuestras amistades para tratar de ocultar una pequeña mentirijilla a nuestras sabias progenitoras y, cuando creemos que lo hemos logrado, metemos la pata de la forma más farragosa posible. Entonces es cuando viene la reprimenda y el soberano y merecido castigo. Ya se sabe, las madres no son de este planeta.

Y es que, en ocasiones, los errores se pagan caro, muy caro.

La policía de Lugo detuvo a un preso, que disfrutaba de un permiso de fin semana, como presunto responsable del robo de un vehículo en el que había dejado olvidadas sus recetas médicas. Gracias a que encontraron un sobre con medicinas y las recetas para adquirirlas supieron que A.C.L. fue el autor del delito.

Los agentes localizaron y detuvieron al hombre, natural de la ciudad y de 44 años de edad. El arrestado fue puesto a disposición judicial y se ha sabido que cuenta con un amplio historial policial. El robo se produjo cerca de la calle Camiño Real de Lugo. El dueño del vehículo interpuso la denuncia en la comisería de la Policía Local y aseguró que le habían roto la ventanilla y había echado en falta un aparato de DVD que se hallaba en el interior.

La Policía Científica llevó a cabo las pruebas pertinentes y se encontró el sobre con las medicinas y las recetas que habían sido expedidas en el centro penitenciario de Bonxe, donde estaba recluido el joven hasta que le dieron el permiso de fin de semana.

Los expertos tienen razón: "El hombre es el único animal capaz de tropezar con la misma piedra dos veces". Bueno, dos y las que se proponga... La verdad, es que a este joven no le suponía demasiado hacer lo que hizo. Se encontraba de permiso, estaba a punto de recibir el tercer grado y como no sabía cómo celebrar que estaba en la calle, pues a robar un coche. Es comprensible, después de tanto tiempo encerrado lo normal es que quieras pasártelo bien, pero si lo vas a hacer, por lo menos que no te cojan, ¿no? Me parece que deberían aplicar cursos intensivos para reinsertarlos de nuevo en la sociedad: "Cómo robar de nuevo y que esta vez no me cojan". Aunque creo que este chico se saltaría alguna clase... ¿El motivo? Claro, estaba de permiso.

Fuente:
20minutos: http://www.20minutos.es/noticia/425813/0/robo/olvido/recetas/