miércoles, 12 de noviembre de 2008

No sin mi perro

La historia de hoy es tan enternecedora que me voy a ver obligada a relatarla en dos partes, de esta forma, espero que no perdáis detalle de tan insólito relato.

Una vez me preguntaron qué sería yo capaz de hacer por mi mascota... La pregunta, aunque a prori sencilla, fue desembocando en un cúmulo de dudas en mí. Normalmente, uno contesta: "Yo por mi perro, lo que haga falta. Para mí es como un hijo". Claro, y no digo que no sea así, pero a ver si alguno es capaz de imitar a este hombre.

No sin mi perro (I)

Juan Blázquez era un joven madrileño que asistió horrorizado a la desaparición de su querido perro, un West Highland Terrier, llamado Peludo. Su desesperación era tal que Juan se propuso hacer cualquier cosa para recuperarlo. Ahí va su propuesta: "Tú me encuentras al perro y yo te hago uno de estos veinte favores". Sí, sí, como se lee. El joven estaba dispuesto a realizar una serie de favores a la persona que diera con el paradero del animal.

El perro desapareció cerca de la Plaza de las Comendadoras, en Madrid, el 10 de octubre. Su preocupado dueño se puso rápidamente a buscarlo y colgó carteles por toda la zona, pero nada dio resultado. Hasta que unas amigas le dieron la idea de abrir un blog y ofrecer algo a cambio a modo de recompensa: Todo por mi perro. En él, añadió el número de contacto y la lista de favores que se realizaría a cambio de devolverle el perro. Entre los favores destacan: "Lavar el coche, cuidar de las plantas, plancharte la ropa o hacer la declaración de la renta".

Pasaba el tiempo y Juan empezaba a inquietarse: "Han pasado ya dos semanas y empiezo a estar preocupado, el perro tiene que estar en algún lado". Y es que Peludo ha estado con él desde que era un cachorro.


No sin mi perro (II)



Un jueves, tal día como hoy, llegó la buena noticia: Peludo había vuelto al hogar. La autora del milagro fue una anciana del barrio de Juan que lo encontró en la glorieta de Bilbao y lo tuvo en su casa hasta el momento de devolverlo a su dueño. Blázquez, hombre de palabra, le ofreció escoger cualquiera de los favores que había propuesto, pero la señora se negó asegurando que ya había sido recompensada con su alegría. La anciana no sabía que el perro estaba desaparecido, fue gracias a su nieto, quien sí se entero de la noticia y reconoció al animal enseguida.

El joven se sintió tan entusiasmado con la vuelta de su mascota que decidió convocar a todo el mundo a comer una paella en la plaza de las Comendadoras para celebrar con sus vecinos su felicidad. "El reencuentro fue maravilloso", apunta Juan. Ahora, con Peludo a su lado, quiere dar las gracias a todo el mundo que se ofreció a ayudarle.

Después de relatar tan impresionante historia, me gustaría plantear una pregunta: ¿Qué estarían ustedes dispuestos a hacer por su mascota? Venga, vamos, contesten... A ver si alguno se aproxima a lo que dijo este joven y luego lo cumple. Que ya se sabe: "Perro ladrador, poco mordedor".



Fuente: 20minutos

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que yo si le tuviera tanto cariño a una mascota hubiera hecho lo mismo, tampoco hasta tal extremo xD Hubiera ido a lo fácil, una recompensa o algo así, eso de cuidar las plantas y hacer la renta... una ya tiene suficientes cosas como para tener más!
Aún así, lo del blog lo haría sin duda, muchas veces el cariño que te da un animal es más que el que te puede dar el ser humano, y sobretodo, sincero.

Pero lo de la paella es un poco ya exagerado :S A ver quién paga luego los kilos de arroz y los condimentos ¿el perro? jajaja

Un besito Esthy :)

Nuria.

Anónimo dijo...

Pues yo por mi Oskar lo que haga falta... aunque con lo anciano que está... pobriño :( Ya le he reservado a Patri un futuro vástago de su ratita presumida, creída y agresiva... Me va a salir un ratón raro creo yo xDDD

Ahora en serio xD No sé... yo no creo que llegase a tanto por una mascota... o igual sí... Se les coje cariño a unos animalitos tan monos :D

xP

WaKy :_)

El Periscopio Indiscreto dijo...

:_____________)
Me ha encantado la entrada. La verdad es que yo también creo que muchas veces tu mascota te da lo que las personas no son capaces. Y lo que ha hecho este hombre por su perro me parece que es de tener un corazón enorme :_) Ojalá todos fuéramos capaces de demostrar lo que ha demostrado él con este acto.

En cuanto a la pregunta, yo por mi Ardi... lo que sea xD En Urba siempre acabamos discutiendo sobre un tema... te cuento xD Hay un incendio y quedan atrapados una persona que no conoces de nada y tu mascota. Solo puedes salvar a uno... ¿a quién salvas? xDDDD

Yo ya te contaré lo que contesté :P

Un besito y sigue así, guapa!!

Anónimo dijo...

Buena historia.

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