Hasta que el Ayuntamiento nos separe

El otro día, hablando con unos compañeros de carrera, nos surgió en la conversación el tema de los enlaces matrimoniales. Hablábamos sobre lo costosas que se han vuelto las bodas y lo complicado de celebrarlas: que si banquete, fotos, invitados, invitaciones, flores... Vamos, todo un tropel de decoraciones, ornamentos y pérdidas de tiempo y dinero. Por otro lado, comentamos también lo bonito del acto, dos personas que se unen para siempre (?) ante todos sus familiares y amigos. Bien, muchas veces las bodas no salen como esperamos... El Ayuntamiento de Málaga ha indemnizado a una pareja con 3.000 euros por considerar que tuvo que ver con el retraso de su boda y crearon daños morales y personales en los afectados.

Ana Belén Quirós era una joven malagueña que estaba preparándose para el momento más feliz de su vida: su boda. La chica deseaba llegar a la iglesia con todos los elementos de los que dispone cualquier novia y de forma grácil y armoniosa, como en un cuento de hadas. Lástima que aquel día no lo sería para ella.

La feliz pareja había elegido la iglesia del Sagrado Corazón de Málaga para tan señalado día, pero cuando la ansiosa novia fue a realizar el recorrido hasta el templo, descubrió desolada que la Policía Local no le permitía el paso pese a tener el permiso municipal. Y es que el centro histórico de la ciudad estaba cortado debido a las cofradías que por ahí discurrían en procesión camino a El Rocío. Todos los accesos estaban bloqueados, aunque el chófer intentó pasar hasta en tres ocasiones, llegando a perder hasta 45 minutos sobre la hora prevista.

La novia, presa del pánico, tuvo que bajarse del coche y recorrer casi un kilómetro a pie. Tras la andadura, hizo su entrada en la iglesia, bañada en un mar de lágrimas. A causa del retraso, la novia no pudo realizarse las fotos en el lugar escogido, La Alcazaba, y tuvo que posar con todo el maquillaje echado a perder, por no hablar de los aperitivos que acabaron en la basura. Aquel 7 de mayo de 2005 jamás se les olvidaría...

Tras el enlace y después del mal trago, los jóvenes acudieron a un abogado y acordaron pedir una indemnización al Ayuntamiento de Málaga por los gastos ocasionados. Tres años y medio después, el juez que llevó el caso ha condenado al Consistorio a pagar la cantidad de 3.000 euros por daños morales y no da lugar a un recurso. Los esposos han asegurado que con el dinero harán un viaje que, al menos, les hará olvidar aquel fatídico día.

Pues nada, ahí va mi más sincera recomendación: ¿Quieren que el Ayuntamiento de su ciudad les dé una ayudita para solventar los gastos de su enlace? Pues ya saben, busquen una fecha en el calendario, la más festiva, la más concurrida y, con suerte, les darán un buen pico... Venga, a buscar precios para Punta Cana o La Conchinchina, como gusten, que si les dicen que van de parte del Consistorio, hasta puede que les hagan precio.

Fuente: EL PAÍS y Cadena Ser