domingo, 11 de enero de 2009

Compras mortales

Como es habitual y tras las navidades, llegan las rebajas que buscan calmar los bolsillos de los compradores ante la terrible cuesta de enero. Este año, con la crisis azotando a toda la población mundial, los comercios se han lanzado a rebajar hasta el mínimo los precios de sus productos. Algunos, con descuentos de hasta el 70% sobre el precio habitual, han visto incrementadas sus ventas con respecto a 2007. Otros, en cambio, no consiguen relanzar las ventas y eso que, en muchas tiendas, las rebajas han comenzado antes de que terminaran las fiestas navideñas.

En medio de este caos comercial, las anécdotas de compradores y vendedores se suceden. Hace un tiempo, nos llegó la noticia de un empleado de un centro comercial que había fallecido a causa de una avalancha de compradores. Ahora es el turno de contar una historia que concierne a la otra parte.


Joan Cunnane, una inglesa de 77 años, no se imaginó que le iba a esperar el pasado 26 de diciembre. Al parecer, la mujer fue a buscar una de sus pertenencias en el armario cuando varias maletas se le cayeron encima dejándola sepultada. Tras varios días sin dar señales de vida, sus vecinos decidieron llamar a la Policía temiendo lo peor. Los agentes la encontraron sin vida bajo la pila de maletas en su casa de Heaton Mersey, en el norte del país.

Más allá de lo que pudiera imaginarse a primera vista. Joan era una mujer que vivía sola y que tenía un problema: su adicción a las compras. Según los que la conocían, se pasaba varias horas en las tiendas y tenía su casa tan repleta de objetos que apenas podía habitar en ella. La anciana presentaba el síndrome de la oniomanía. Un amigo de la fallecida aseguró a los medios que le producía gran placer comprar cosas que no eran necesarias. Era tal la adicción de la mujer que poseía alrededor de trescientas bufandas y, cuando era preguntada por esto, contestaba que así podía tenerlas de todos los colores.


El mundo del capitalismo nos ha llegado a gobernar de forma pasmosa. Mientras unos piensan en la magia y la alegría de la Navidad, otros compran desmesuradamente. Mientras unos pasan hambre, otros compran hasta gastar lo indebido. Casos como el de Tom Cruise y Katie Holmes, que gastaron la friolera de 4.200 euros en papel de regalo, nos han sorprendido a todos. ¿Es necesario llegar a gastar tanto dinero? ¿Somos capaces de renunciar a esos pequeños caprichos que nos aprientan el bolsillo y nos despojan de nuestra conciencia? La crisis lo dirá.




Fuente:
20minutos: http://www.20minutos.es/noticia/441920/0/compras/adicta/muere/

2 comentarios:

Derans dijo...

el día menos pensado eso nos pasará a alguno de nosotros (pobres estudiantes de periodismo), pero quedando atrapados bajo una montaña de periódicos...

Un beso!

Candimen dijo...

Hay una ley natural que dice que en todo centro comercial o zona de compras de cada ciudad hay un bar, esto se multiplica en mi ciudad, Cádiz, que más bares que plazas de aparcamientos (no es un dato exacto, pero no creas que me equivoco por mucho). Por lo tanto, y como odio las compras,abogo por acompañar a amigos/pareja/familia de compras y quedarnos en los bares tomando un zumo de cebada, con su tapita y demás...es mejor plan!!!

Un beso ilicitana y no dude en avisar cuando pase por la tacita, que le puedo enseñar el periodico en el que curro o mejor, el bar al que voy, allí se está más agusto.